Misión
Hornear momentos felices
Convertimos pasteles en sonrisas, panes en abrazos y comidas en pláticas.Somos el nuevo sabor de la alegría y llevamos el sazón de la añoranza.
Convertimos pasteles en sonrisas, panes en abrazos y comidas en pláticas.Somos el nuevo sabor de la alegría y llevamos el sazón de la añoranza.
Somos leales a nuestras raíces y por eso nos dedicamos a sacar adelante a nuestro país.Damos lo mejor de nosotros para inspirar lo mejor en otros.
La gente disfrutaba llegar a ver como Lorena decoraba los pasteles y fueron ellos quienes nombraron la pastelería, mucho antes que nosotros lo hiciéramos..
Lorena nació y creció en el campo. Esto le enseñó que hay que trabajar duro para obtener lo que queremos; si quería queso había que ordeñar y si quería pan tenía hornear.
Su abuela vendía el pan que horneaba a unos pocos y su madre, quien había aprendido muy bien de ella, comenzó a enseñarles todos sus trucos a sus dos hijas. Para la época de la guerra se volvió una necesidad vender más que solo quesadillas y pastelitos de piña por lo que eran conocidas.
Lorena es una marca que inspira nostalgia y cariño porque nos hemos convertido en una costumbre, un invitado que no puede faltar en todas tus momentos y un recuerdo de nuestro origen migueleño.
Todo comenzó en una venta de jugos en San Miguel. Una tía de Lorena las recomendó para hacer los postres de un conocido y esa fue la oportunidad crucial de crear la primera gran pastelería y panadería de oriente.
Dejó su vida tranquila del campo atrás para acelerar el crecimiento de su nuevo emprendimiento. Los primeros pasteles fueron hechos en el horno de su cocina, eran sencillos y llevaban un par de líneas de color.